Recientemente he tenido que hacer una cirugía prácticamente a corazón abierto. Es decir que he tenido que recuperar la información de un disco duro, donde el Windows 7 dejó de funcionar adecuadamente y ya no se podía iniciar el sistema operativo. Mientras la solución fue sencilla, he sido testigo o actor en casos mucho más graves. Y en esas oportunidades, tenemos que “criogenizar” nuestro disco duro (en palabras más simples: meterlo a la congeladora), con la esperanza de recuperar los datos, que al final siempre resultan más importantes que cualquier disco duro.
Un truco que aprendí de un técnico, es cuando el problema es error de lectura de datos y los platos del disco duro: congelar el disco duro toda la noche. De alguna forma hace que los datos que están en el disco sean más “legibles”, pero por un corto período de tiempo. Si los datos son críticos, y tienes un disco duro de reemplazo (si el disco está dañado no tienes otra opción), luego puedes conectar la unidad y recuperar todos los datos que puedas antes que se caliente demasiado y deje de ser reconocido.
A veces no es necesario toda la noche, podría ser necesario sólo quince minutos, pero eso depende de que tanto daño tiene el disco. Recuerda que tienes que poner el disco en una bolsa plástica sellada.
Una anotación aparte: el tratamiento básico para un disco que dejó de ser reconocida por la placa de tu computadora (escritorio o laptop) es revisar las conexiones y resetear la configuración de la BIOS.
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